miércoles, 25 de noviembre de 2009
lunes, 23 de noviembre de 2009
Un nuevo lote de casas rurales se suma a la oferta turística de Lorca




El turismo rural se está consolidando en España, como demuestra la EOTR (Encuesta Oficial sobre Turismo Rural, ver sección 'información/estadísticas'). Según los datos existentes hasta julio de 2002, existían 6.265 alojamientos en todo el país que daban trabajo a unas 10.350 personas. Esto, respecto al año anterior, supone un incremento interanual del 15,87% en el número de alojamientos.
No obstante, antes de abrir un negocio de turismo rural, cabe plantearse una serie de cuestiones. En primer lugar está la fuerte inversión en la rehabilitación (o/y adquisición) de la estancia. Y en segundo lugar, la alta estacionalidad, que provoca que la ocupación no sea constante, sino que se concentre, sobre todo, en periodos vacacionales cortos (Semana Santa, Navidad...) y puentes.
Además hay que tener en cuenta que no cualquier vivienda rural servirá. Junto a los requisitos exigidos por la normativa propia de cada Comunidad Autónoma, a los que nos referiremos más adelante, están las condiciones del entorno donde se sitúa. La cercanía de parques naturales, estaciones invernales, zonas de costa y lugares de interés cultural, o la facilidad para la práctica de actividades de turismo activo complementarias a la estancia, pueden ayudar a conseguir una ocupación más constante durante el año y son decisivas para la rentabilidad del alojamiento.
También será importante para mejorar dicha rentabilidad, ofrecer un alojamiento de calidad y realizar una adecuada promoción. Esta pasa por la adhesión a asociaciones y centrales de reservas de la zona que faciliten la difusión de las casas que agrupan (incluyendo la representación en ferias del sector), y la presencia en guías especializadas. No hay que olvidar el "boca a boca", importante en una buena promoción, y en el que influirá grandemente la apuesta por la calidad antes mencionada.
La rentabilidad al año se sitúa, según varios expertos, entre un 8% y un 10% de la inversión, siendo posible recuperarla en unos 10 años. Alrededor de unas 90 pernoctaciones al año por cama podría considerarse un rendimiento bueno. Estas condiciones hacen que la opinión generalizada sea entender este negocio más como un complemento a otra actividad, como unos "ingresos extra", que como una actividad de dedicación exclusiva.
Hay que mencionar también la importancia de integrar el proyecto en la comunidad que lo va a acoger. Según ciertos expertos, sería muy recomendable vincularlo a intereses propios de la localidad donde se instale y que la población local se vea beneficiada, pues de lo contrario generará un rechazo que no ayudará al negocio.
Los trámites. Cada Comunidad Autónoma establece unos requisitos y exigencias. Estos van desde darse de alta como empresa turística en la Consejería de Turismo competente, a la presentación de avales y proyectos, pasando por el cumplimiento de las condiciones que se exijan al alojamiento y que son certificadas por un inspector. Para informarse, es recomendable acudir a la delegación provincial de la Consejería de Turismo de la Comunidad correspondiente (ver sección 'información/legislación' para direcciones en Internet), donde también nos informarán de las ayudas existentes. Entre los requisitos más comunes que se exijen a los alojamientos (si bien son muy heterogéneos y pueden variar bastante de una a otra Comunidad) están:
- - Arquitectura tradicional y antigüedad mínima.
- - Para alquiler completo, capacidad máxima de 12 a 15 plazas, y, en muchas comunidades, mínima de 4.
- - Disponer de agua potable corriente y electricidad, así cómo de calefacción en todas las estancias.
- - Superficie mínima de unos 12 m2 para habitaciones dobles y entre 6 y 9 para sencillas.
- - Se fijan límites de camas supletorias según superficie y una altura mínima de techos (incluídas buhardillas).
- - Al menos un cuarto de baño completo con agua caliente y fría por cada 4 ó 6 plazas.
- - Ventilación directa al exterior en las habitaciones.
- - Certificación de la adecuada eliminación de aguas residuales y recogida de basuras.
- - Existencia de teléfono, extintor y botiquín.
- - Mobiliario suficiente y en buen estado de uso y consevación y cocina completa.
- - Se suele exigir servicio de desayuno y limpieza.
- - Libro registro de entradas y salidas de huéspedes, y entrega de justificante de pago a los mismos.
- - En determinadas comunidades se exige que el propietario esté empadronado en el municipio donde se encuentra el alojamiento.
Tanto Comunidades, como Comarcas y Ayuntamientos ofrecen ayudas para financiar los proyectos de turismo rural, por ser estos una buena forma de revitalizar zonas de otro modo deprimidas, contribuir a recuperar el patrimonio histórico y favorecer la creación de servicios en esas áreas. Estas subvenciones proceden, en buena parte, de fondos comunitarios, como por ejemplo los programas PRODER y LEADER Plus, que facilitan entre el 20 y el 60% de la inversión. Para obtenerlas, y de cara a evitar la picaresca existente, se establecen estrictos requisitos que hacen que, en algunos casos, sean difíciles de conseguir. Junto a la abundante documentación a presentar, se puede exigir, por ejemplo, una antigüedad mínima en funcionamiento de 2 años para el pago de la subvención, o el compromiso de mantener la actividad durante un periodo de 5 a 10 años.
Por último, no podemos dejar de mencionar uno de los grandes problemas del turismo rural en España, que es la falta de control sobre los alojamientos. Esto provoca la existencia de establecimientos ilegales que no reunen las condiciones exigibles y empeoran la imagen de este tipo de turismo. Es ésta una razón más para la adhesión a asociaciones especializadas en la zona y que, junto a la actividad de las Comunidades Autónomas (mediante placas distintivas y otras certificaciones), contribuyen a garantizar la calidad de los alojamientos.
http://www.casascompletas.com/?gclid=COq89MrIoZ4CFU0A4wodRW8Rlg